Si pensabas que tener la mejor variedad de café era suficiente para hacer una buena taza de esta aromática bebida hemos de contarte la importancia del tueste y la molienda. El tueste tiene uno de los papeles más trascendentales de la calidad de la taza de café, ya que durante este proceso se libera el aceite volátil del café desde el interior del grano hacia su exterior liberando a su vez su sabor. Cuanto mayor sea la exposición del grano al tostado, más se propagará su aceite hacia el exterior y esta propagación afectará a su acidez. Cuanto más tiempo dure el tostado menos acido será el grano y menos cafeína tendrá, ya que esta se quema durante el tostado. El tiempo y tipo de tueste dependerá del tipo de grano, su lugar de cultivo y otros factores como la humedad del entorno en el que se hace el tueste. El grado del tueste se reconoce por la brillantez del grano, siendo más brillante cuanto mayor haya sido el tiempo de tueste.   Igual de importante que el tostado del café para obtener un buen sabor en taza es la molienda de este, sobre todo en cuento al tiempo que pasa entre la molienda y la preparación del café. El grano molido pierde rápidamente sus propiedades, aroma y sabor.   Por lo tanto, lo más aconsejable es consumir un café que nos conste que esté adecuadamente tostado de forma natural y que sea recién molido para obtener y saborear las mejores cualidades de este.